La calle Boamit, donde está situado el Ayuntamiento de Potries, presenta un trazado quebrado y sinuoso, y con evidentes reminiscencias del pasado árabe del pueblo. Recibe el nombre de una familia de moriscos acomodada, comerciantes de azúcar, establecidos en Potries en el siglo XVI.

Boamit en árabe corresponde al nombre de Miguel. Miguel era cabeza de un linaje de labriegos ricos moriscos que, como sus compatriotas más pobres, tuvieron que abandonar sus casas por la fuerza el 1609. Cómo es muy sabido, su nombre ha pervivido en la toponimia urbana del pueblo. La riqueza de Miguel y de toda la familia Boamit descansaba en la comercialización de productos agrícolas. Formaban parte de los prohombres de la comunidad, una reducida élite que, desde el punto de vista económico, poco tenía que ver con el resto de la comunidad. Este tipo de mercaderes rurales hacía llegar los productos de la propia cosecha o comprados en la comarca a Valencia e, incluso, fuera de los límites del país, a Aragón concretamente.

El lavadero de la iglesia es testigo vivo de la cultura y el uso del agua en nuestro pueblo, estuvo cubierto hace unos años con una estructura de hormigón, seguramente por razones de salubridad. Esta cubierta se ha eliminado para poder visualizar de nuevo este viejo lavadero urbano y oír el rumor del agua.

El lavadero aprovecha el agua de la acequia del Rebollet, siendo uno de los lavaderos públicos donde acudían los vecinos para lavar la ropa o fregar la vajilla. Como el de la carretera, dispone de un banco inclinado para lavar, aprovechando uno de los muros del cajero, así como el nivel inferior para poder lavar la ropa sin arrodillarse, pero este ha perdido la cubierta metálica sobre la viga de madera y las columnas de hierro que lo caracterizaba.