Casa Ayuntamiento:

El Ayuntamiento de Potries es un magnífico exponente de la arquitectura señorial del siglo XVII de nuestro ámbito rural. Este edificio se encuentra situado en el número 28 de la calle de Boamit. La casa que se conserva fue construida entre los últimos años del siglo XVI y la primera década del XVII, sabemos que en 1611 se pretenden revocar los establecimientos hechos sobre la casa a favor de Pere de Borja y Centelles.

De hecho, un documento datado en 1611 cita a Pere de Borja y Centelles, gobernador de Gandia, como propietario en el lugar de Potries «de una casa grande y nueva, con muchas salas, tan buena como la mejor de todas las que posee la señoría». Pere de Borja y Centelles fue el segundo hijo del matrimonio entre el duque de Gandia, Carles de Borja, y la condesa de Oliva, Magdalena Centelles. El matrimonio entre Carles y Magdalena unificó dos importantes posesiones señoriales. Será en el año 1595 que los Borja incorporan a sus dominios los del condado de Oliva, mediante matrimonio. Creemos que la casa nueva del documento es el magnífico edificio del actual Ayuntamiento de Potries, y es evidente que ha sido construido de nueva planta entre el año 1595 y 1611, seguramente por cuestiones meramente económicas, relacionadas con el control y fiscalización de un conjunto de propiedades que, desde entonces, los Borja tenían que administrar.

L’ajuntament conserva l’estructura original així com d’alguns singulars elements: les reixes de ferro forjat a la façana, els magnífics paviments ceràmics policromats amb paral·lels al Palau Ducal de Gandia o al Saló de Corts del Palau de la Generalitat de València.

El ayuntamiento conserva la estructura original así como la de algunos elementos singulares: las rejas de hierro forjado en la fachada, los magníficos pavimentos cerámicos policromados con paralelos en el Palacio Ducal de Gandia o en el Salón de Cortes del Palacio de la Generalitat de Valencia.

Algunos de los elementos decorativos propios del renacimiento tardío y la calidad de ciertos materiales empleados en la construcción lo vinculan a las clases dirigentes y adineradas de la época.

La fábrica es básicamente de tapia mixta con baldosa, a excepción de la base de la esquina de la fachada principal hecho con sillares de piedra. Dispone de una planta en forma de U, con un cuerpo principal de planta baja, primer piso, buhardilla y cubierta a dos aguas de teja árabe; aunque este cuerpo principal articula cuatro dependencias más superpuestas, dos o cada uno de los extremos del edificio.

Las dos primeras se sitúan entre la planta baja y el primer piso, a modo de entresuelo, con acceso directo desde el amplio vestíbulo mediante elegantes escaleras decoradas con “azulejos del mocadoret”. Las segundas se sitúan entre el primer piso y la buhardilla. Esta disposición de las dependencias del edificio se corresponde con los vacíos de la fachada principal. Disponede un patio rectangular en la parte posterior, flanqueado por dos cuerpos anejos con planta baja y piso. También de unos adosados a la fachada del patio, que disponen de cubierta, una de las vertientes recae al interior, y eran los espacios donde antiguamente se situaban anexos como las cuadras, el pajar y la cocina.

En la primera fotografía observamos la entrada principal al Ayuntamiento con la viguería de madera original, en la segunda fotografía el despacho de la alcaldía, con el pavimento cerámico policromado.

A finales del siglo XIX la corporación municipal, debido al derribo del viejo edificio del consejo situado en la plaza de la iglesia, adquiere este inmueble a un rico propietario e industrial dedicado a la hilatura de la seda, Domingo Llopis, y lo constituye en la sede del Ayuntamiento, además de instalar el reloj público, las escuelas, las viviendas de los maestros y una pequeña prisión. Una cuidadosa restauración a comienzos de los años 80 hizo posible la conservación de este edificio, así como de sus singulares elementos.

Iglesia de los Santos Juanes:

La parroquia de Potries se constituyó como independiente, en el último cuarto del siglo XVI, debido a lo remodelación de la diócesis de Valencia llevada a cabo por el arzobispo San Juan de Ribera en 1574, antes era una vicaría de moriscos perteneciente a Oliva. La iglesia tiene la tipología característica de la arquitectura religiosa de la época, influenciada por las premisas jesuíticas.

Presenta planta de cruz latina inscrita en un rectángulo, nave central cubierta con vuelta de cañón y fajones, capillas laterales, crucero no emergente y torre campanario ocupando el espacio de la primera capilla del lado de la epístola. El interior del edificio es sobrio, articula el alzado mediante un orden compuesto de pilastras sobre pedestales, arcos fajones y vuelta de cañón.

Consideramos que ha habido, al menos, dos intervenciones que han ampliado la iglesia por la puerta del evangelio. La primera, ejecutada entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, que afecta fundamentalmente a las capillas laterales haciéndolas más grandes y cubriéndolas con cúpula, y a la fachada recortándola y disponiendo en la parte superior un perfil mixtilíneo, ambas obras muy en la línea del barroquismo propio de la época.

La segunda, llevada a cabo en el primer cuarto del siglo XIX, que conlleva la construcción de una nueva capilla, dedicada a San Blas, a la altura del crucero. Esta presenta planta de cruz griega cubierta con cúpula sobre conchas y linterna: su concepción arquitectónica nos remite a las corrientes clasicistas dictadas desde la Academia de San Carlos de Valencia.

La fábrica de la iglesia es fundamentalmente de mampostería y mortero de cal, aunque también se utiliza la baldosa; mientras que los sillares de piedra se localizan en la sobria portada, las cantoneras de la torre y la capilla de San Blas, pero sobre todo, en el cuerpo de las campanas de la torre, construido exclusivamente con este material local. Este elemento constructivo nos acerca estilísticamente con el período de erección de la parroquia, constituyendo un ejemplo de la arquitectura manierista de corte herreriano de nuestra comarca. La cubierta es a dos aguas con teja árabe.

En la iglesia se conserva la reliquia de San Blas (s. XVI), patrón del municipio y una copia de la talla barroca policromada del Cristo de la Agonía, procedente de la ermita de Potries. Estos elementos de nuestro patrimonio cultural mantienen vivas en nuestro municipio importantes tradiciones de carácter religioso y festivo; como por ejemplo las tradicionales procesiones de la Bajada y la Subida en las fiestas mayores. Y pocas fiestas tienen el arraigo y aceptación popular como el conocido Porrat de San Blas en Potries. Año tras año, y sin interrupciones desde hace siglos, son miles los visitantes que acuden a nuestro municipio, para cumplir con el ritual religioso de pasarse la reliquia del santo por la garganta para curarse de las enfermedades.

Calvario – Ermita

1.- DESCRIPCIÓN DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO:

La ermita se localiza en la cumbre de un pequeño montículo, de 137 metros de altitud, al sudeste de la población. Su entorno está calificado de protección oficial, por su valor ambiental y paisajístico, en las Normas Subsidiarias de Potries.

Un pronunciado camino flanqueado de cipreses, donde se sitúa el Calvario, permite la ascensión desde el casco urbano hasta la ermita. Empedrado y escalonado, es un camino con una pendiente acentuada. En el tramo superior, el camino se bifurca y se curva hasta desembocar en una plazoleta semicircular que se sitúa ante el edificio de la ermita. La plaza está toda rodeada por una barandilla de mazonería, con losas de piedra calcárea en la parte superior, y constituye un verdadero balcón sobre la huerta con unas magníficas vistas.

Fue construida por los vecinos del pueblo bajo la dirección del arquitecto Carlos Spain a mediados del siglo XIX, aunque con anterioridad, en el conjunto del Calvario había una pequeña construcción que desde el año 1799 albergaba la imagen del Cristo. De esto nos habla un libro publicado en el siglo pasado, por el hijo de Potries, escolapio y pedagogo, Fernando Garrigós, titulado: “Historia septenario y gozos a Cristo Señor Nuestro crucificado en la milagrosa imagen que con el nombre de la Agonía se venera en el Ermitorio del Calvario de Potries”.

La ermita del Santísimo Cristo de la Agonía.

La ermita reproduce, a pequeña escala, los modelos arquitectónicos neoclásicos que se prolongan durante la primera mitad del siglo XIX siguiendo las premisas que dicta la Academia de San Carlos de Valencia. Las obras se iniciaron en 1854, año que dice la tradición la intercesión del Cristo salvó de una epidemia de cólera a la población, y se tuvieron que prolongar hasta más allá del año 1861, puesto que este año el ayuntamiento decide trasladar el Cristo a la iglesia de los Santos Juanes para acabar la capilla mayor de la ermita. Hay una inscripción en la fachada donde aparece la fecha de 1865 como posible finalización del templo.

La planta del edificio es un cuadrado de 15 metros de lado, donde tenemos que distinguir el templo propiamente dicho, que ocupa la parte central, y dos dependencias anexas que se adosan longitudinalmente a los laterales del templo. Su planta presenta una disposición de cruz griega inscrita en un rectángulo, transagrario y un atrio o vestíbulo a los pies. Exteriormente, el aspecto de la ermita es compacto, suavizado por los juegos que crean los volúmenes arquitectónicos visibles al exterior, y que se corresponden con la original distribución de los espacios interiores.

La fachada es de una sobria y elegante concepción neoclásica, donde la disposición simétrica de las aperturas aligera su robustez y crean un delicado juego de sólidos y aperturas, de luces y de sombras. Las naves se cubren con vuelta de cañón y fajones y en la intersección de la nave con el crucero se eleva una cúpula con tambor octogonal sobre conchas.

La plástica arquitectónica domina sobre la decoración. Las pinturas del interior son obra del pintor Luís Téllez-Girón y Belloch. También tenemos que comentar que en el altar mayor se dispone una hornacina central que alberga la imagen del Cristo de la Agonía, talla policromada del siglo XVIII.

EL CALVARIO:

La pujada del calvari a l’ermita de Potries.

La subida del calvario a la ermita de Potries.

A partir del siglo XV van surgiendo en Europa los primeros calvarios con su correspondiente vía crucis, aunque en nuestras tierras se desarrollan mayoritariamente en el siglo XVIII. Estos calvarios reproducían a nivel local el camino que Jesús hizo durante su pasión, desde el palacio de Pilatos hasta el Gólgota. Así, los cristianos que no podían peregrinar a Tierra Santa, tenían en su casa la vía sacra. El camino del calvario se acompañaba de las catorce estaciones, que solían ser capillitas de obra, normalmente decoradas con plafones cerámicos donde se representaban las distintas escenas de la Pasión, en las cuales el creyente se podía detener con objeto de reflexionar y rogar.

El calvario de Potries está constituido por un conjunto de construcciones hechas con ladrillo macizo, de base rectangular y unos dos metros de estatura, que se alinean junto a los cipreses que flanquean el camino adoquinado de la subida a la ermita. Aparecen rematados por unos sinuosos y elegantes frontones con volutas y coronados con una cruz, todo elaborado con barro hecho a molde en los la fábrica de ladrillos de la familia Aznar de Potries. Todas disponen en el frontal de plafones cerámicos con las estaciones del calvario.

Este calvario ya existía a finales del siglo XVIII porque tenemos constancia documental que en 1799 se construye un nuevo casalicio para albergar la imagen del Cristo de la Agonía. Durante la Guerra Civil (1936-39) se consumó la destrucción de los plafones cerámicos de este calvario, sustituidos todos el año 1954, año de celebraciones por el centenario del Cristo, momento en el cual suponemos que se dio el aspecto actual a las estaciones.

Observamos una de las estaciones del calvario de Potries.

Todos los años los vecinos del pueblo bajan en procesión por el camino del calvario las imágenes que se encuentran en la ermita, el Cristo de la Agonía y la Divina Pastora. Así, con la tradicional y pintoresca Procesión de la Bajada, se inician las fiestas Mayores de Potries, en los últimos días del mes de agosto, aunque antiguamente las fiestas se celebraban en el mes de octubre. Las imágenes permanecerán en la iglesia parroquial hasta el último día de fiestas, cuando vuelven a subir por el mismo camino hasta la ermita, en la Procesión de la Subida.

2.- EL SANTÍSIMO CRISTO DE LA AGONÍA Y LAS FIESTAS:

En los últimos años del siglo XVIII vivían en Potries Bautista Fuster y su esposa Teresa Morant. En medio de su escasa fortuna conservaban, con esa veneración que las familias consagran a los objetos que heredaron de sus padres, una imagen de alabastro con el título de Cristo de la Agonía. Bautista Fuster murió el 27 de junio y su esposa el 14 de noviembre del año 1799, sucumbiendo esta última a la terrible enfermedad de la tisis. Siguiendo las preocupaciones vulgares de la época, se sacaron de la casa mortuoria el mismo día de la defunción de la mujer, todos los muebles, que junto con la imagen, tenían que ser pasto de las llamas, para que no se propagara la epidemia.

Se encontraba presente un hombre llamado Tomás Jiménez, natural de Caravaca y vecino de Potries, quién deseando salvar la imagen del Cristo, la pidió a los encargados de la quema. Pero era tan profunda la preocupación, que solo después de rogar y luchar un buen espacio de tiempo, consiguió al fin que se lo entregaron, pero cumpliendo con la orden del alcalde, no se atrevió a llevarla a su casa, y fue necesario colocarla en el casalicio de la última estación del Calvario. El buen Jiménez, auxiliado por su mujer Josefa Castillo, consiguió construir una pequeña capilla para alojarla.

Las obras de la ermita no se emprendieron, sin embargo, hasta que llegó el año 1854 y, con él, la terrible enfermedad del cólera, que tan profundas huellas ha dejado siempre en nuestra provincia. Potries fue tal vez el primer pueblo afectado, a pesar de su situación topográfica. El pueblo empezó a pedir que bajaran la referida imagen, y el señor cura accedió sin resistencia a la piadosa demanda. A las pocas horas todos los vecinos habían ocupado la iglesia parroquial, donde tenía que organizarse una importante plegaria de penitencia. Salió la procesión por las calles del lugar trayendo la imagen, vistiendo el señor cura una capa y trayendo al cuello una soga anudada. Los fieles siguieron su ejemplo, y durante la procesión expiró la última víctima. La fe los había salvado y la protección de la Sagrada Imagen quedaba evidenciada. Entonces se dio comienzo a las nuevas obras, a pesar de los obstáculos que ofrecía el terreno, y sobre todo a que la pobreza era general.

Nada de esto asustó en el Ayuntamiento y a los mayores contribuyentes, que en junta celebrada un 15 de octubre, aprobó la formal continuación de los trabajos. Cada vecino se convirtió en peón, y pobres y ricos contribuyeron a la conclusión de la obra, acabando en doce años una obra magnífica sin más recursos que la fe de un pueblo y la mano de la caridad.

Arquitectura del Agua:

INTRODUCCIÓN

La comarca de la Safor, se caracteriza por la fértil llanura costera que se extiende hasta el mar desde las montañas. Unas excepcionales condiciones orográficas y climáticas que, juntamente con el curso del agua que la cruza, el río Serpis o Alcoy y su afluente el Vernissa, han favorecido la implantación de un sistema de irrigación que ha hecho posible en este ubérrimo territorio el desarrollo continuado a lo largo de la historia de cultivos intensivos de regadío. Un sistema hidráulico que articula y ordena el territorio, creando el paisaje construido y que, sin duda, representa la herencia de nuestro devenir histórico, constituyendo uno de los caracteres distintivos de nuestra comunidad y que nos identifica como valencianos.

El agua se constituyó como un elemento indispensable que posibilitó la articulación de un conjunto de construcciones, ingenios y artefactos para transformar el medio y crear un verdadero elemento de civilización, de cultura. Este conjunto material es el que denominamos arquitectura del agua. Azudes, pozos, acequias, lavadores, brazales, partidores, molinos…. construcciones que forman una parte fundamental de nuestro patrimonio cultural. En Potries proponemos un paseo para conocer estas infraestructuras históricas del regadío. Verás humildes construcciones con siglos de historia, todavía en funcionamiento, y vinculadas al uso racional y tradicional del agua.

Las aguas de regadío tradicional o histórico de la Safor proceden principalmente del río Alcoy. En su curso, en término de Villalonga, se asienta el azud d’EnCarròs, derivando el agua dentro de la acequia Real de Alcoy, que riega trayéndola hasta el partidor mayor de la Casa Fosca, cerca de Potries. De allí deriva por la derecha la acequia del Rebollet, que riega Potries, La Fontd’enCarròs y parte de Oliva. La acequia Real prosigue un poco abajo hasta un segundo partidor mayor denominado la Casa Clara, donde se divide en dos grandes brazos: la acequia común de Gandia, que riega Almoines, parte de Bellreguard, Beniarjó, Miramar, Daimús y las partidas del Migjorn de Gandia, y la acequia común de Oliva, que riega parte de La Fontd’enCarròs, Palmera, parte de Bellreguard, Piles, Rafelcofer, la Alqueriade la Comtessay parte de Oliva.

MOLINOS

MOLINO DE L’ESPART

El molino del’Espart(también llamadomolino de Parets o de Ángel, en épocas anteriores). Está ubicado en la partida del barranco Beniteixir, en el término de Potries acotando con el término de La Fontd’enCarròs. Si bien originariamente fue construido, a finales del año 1845, para funcionar como un molino papelero. Posteriormente, en una segunda etapa, a partir de al menos el 1935, el molino funcionó como fábrica de esparto, y en la última etapa pasa a ser una fábrica de hilos. Actualmente es utilizado solo como almacén.

Este molino disponía de un jaraíz de 3 metros de alto, sin balsa, directamente de la acequia del Rebollet, dos ruedas y dos juegos de muelas. El edificio es de dos plantas y ocupa una superficie de unos 700 m2. El techo es a dos aguas y con dos naves comunicadas entre sí. En el sector que queda junto al barranco se conservan parte de las antiguas balsas, así como un lavadero en la acequia.

MOLINODE L’ALFÀS

Según las fuentes documentales se denominaba molino de l’Alfàs en el siglo XV y, posteriormente, es conocido como molinodelsFrares, por pertenecer desde su compra en 1614 a las propiedades del convento de San Jerónimo de Cotalba, hasta que, después de la desamortización de 1835, fue vendido a unos particulares en subasta pública en 1838. Históricamente ha sido un molino harinero, además, a finales del siglo XIX y principios del XX la instalación de turbinas hidroeléctricas lo convirtieron en fábrica de luz, todavía se conservan en buen estado las bobinas y el alternador primitivo. Más tarde, el agua será utilizada como materia primaen un proceso de electrólisis para producir lejía, embrión de la actual empresa de productos químicos.

En el sótano todavía se conserva la antigua turbina de 200 kW con la cual impulsaban un generador de corriente continua para la fabricación electrolítica, en las plantas altas del edificio, de la lejía Las Dos Palmas.

MOLINO CANYAR O D’ANYAT

Molino Canyar o d’Aynat. Situado en el margen derecho del río, en la partida de la Campina, recibía el agua del partidor de la Casa Clara, por la acequia Común de Oliva.

El molino d’Aynat, aparece documentado como harinero desde al menos el siglo XV y así debió de ser hasta su ampliación y transformación, entre finales del siglo XIX y principios del XX, coincidiendo con la construcción del ferrocarril Alcoy-Puerto de Gandia.

Ha estado vinculado durante siglos a una influyente familia de letrados y funcionarios de La Fontd’enCarròs, los Aynat. El viejo edificio tuvo que ser sustituido por uno de nueva planta adaptado a las exigencias de transformación de la época y con las características arquitectónicas de finales del XIX, pero manteniendo la estructura subterránea original. Es uno de los pocos molinos hidráulicos integrados en la red de regadío del margen derecho que tenía una balsa de acumulación de agua.

En este nuevo edificio, además de mantener los mecanismos para la producción de harinas, se le incorporan los propios para pelar y emblanquecer el arroz, se instalan turbinas eléctricas y máquinas de vapor y gasóleo para la provisión de energía. Un conjunto fabril característico de la época, donde se disponen amplios espacios residenciales para las familias que trabajan en la industria, junto a las dependencias administrativas y de oficinas e incluso se localizan talleres para la estampa del envasado de los materiales de la producción, sobre todo del arroz. Hay restos de una chimenea que era el horno donde se quemaba la paja para producir el vapor de agua que se añadía a la energía motriz del agua para ayudar a mover las muelas.

Con posterioridad se ampliará la industria con una fábrica de hielo, adosada al muro norte junto a la vía del ferrocarril, que cubría las necesidades de abastecimiento de hielo para el ferrocarril tanto de Alcoy cómo de Gandia. Este molino ha sido restaurado y convertido en restaurante desde el año 1998, pero respetando la estructura original y se muestra al público la maquinaria y el resto de ingenios de su primitiva función.

MOLINO ANOUERS

El molino Anouers se encuentra en la partida Huitena. Aparece documentado como harinero desde al menos el siglo XV, así consta en un documento de 1511 donde se le denominaba molino de “ÇarBorzen, moro de Beniflá”; en 1745 aparece con el nombre de “MolídelsNogals”, en un memorial por un pleito sobre aguas realizado por el ilustre olivero GregoriMaians, mientras que a finales del siglo XIX y comienzo del XX aparece con la denominación de “Molino de Almúnia”.

El molino disponía de dos jaraíces de 122 cm de diámetro y una altura de 2 m. Movía directamente tres juegos de muelas catalanas, que fueron sustituidas por otras francesas, posteriormente, al tener poca agua se añadió un engranaje a la tercera muela, y más tarde sobre esa muela inactiva se montó un banco elevado con una muela arrocera, más pequeña que la harinera y, por lo tanto, con menos potencia para funcionar. El jaraíz disponía de dos vueltas de 160 cm de altura y de anchura y 3 m de longitud y una abellotada que atravesaba la sala del molino y el camino del delante.

MOLINO DE LA LLUM, SERRERIA O BATISTET.

El molino de la Llum, Serreria o Batistet está situado en el vértice nororiental del término municipal de Potries, acotando con los de Beniflá y la Fontd’enCarròs. Hoy está completamente rehabilitado como vivienda particular. Se trata de un edificio industrial de última generación, seguramente construido a finales del siglo XIX o principios del XX. Recibe el agua desde el partidor o cano de Potries, que se encuentra unos 300 m antes, está a unos 2000 m del molino Canyarpor un lado y a 400 m. del molinoAnouers por el otro lado. La energía la suministra el agua que corresponde a las dos filas que lleva la acequia de Miramar, agua que después pasa al molino deSotaia. No tiene balsa pero si un jaraiz de 95 cm de diámetro y una caída de 4 m que movía dos ruedas de álabes y dos muelas catalanas de 138 cm de diámetro y 28 cm de altura, respectivamente, para moler trigo y maíz para hacer harina y salvado. La “cacau” es preciosa, de unos 3 m de altura, 2 m de anchura y 4 m de longitud.

Originalmente molino harinero que no dejó nunca de funcionar como tal, después  añadieron una turbina de 17 CV para hacer electricidad (hacer luz), primera electricidad de Beniarjó y Beniflá, hacia el 1907, de la compañía Adrover. De este hecho, queda un dicho: “La llum de Joan té poctrellat; encara no s’haencés, jas’haapagat”. Esta turbina movía también el molino, y todavía se conserva, como también las muelas. Durante un tiempo fue una serrería. A partir del año 1922 fue fábrica de almidón. Pero continuó siendomolino de moler en paralelo a todas las otras actividades.

PARTIDORES

LA CASA FOSCA

La Casa Fosca es una sencilla construcción, situada en medio del espacio agrario, cubierta con una imponente vuelta de cañón de mazonería y mortero de cal que fue edificada encima de la acequia Real. Su función es dividir el caudal de la acequia Real, que proviene del azud, para dos acequias madre, la del Rebollet y la Común de Gandia y Oliva. Aunque la arquitectura es sencilla, presenta una estructura maciza, totalmente hermética, casi disuasiva, para que nadie altere la correcta división del agua. Solo tiene derecho de acceso a su interior el acequiero, que es la persona encargada y responsable del buen funcionamiento del sistema.

Según un documento datado en 1511, este partidor ya existía con el banco de piedra y las siete puertas y media, y se especificaba en el documento ciertas obras que se tenían que realizar en las infraestructuras de riego, incluyendo este partidor. Se refleja que habrá una puerta de acceso con dos llaves, los depositarios de las cuales son los representantes de los dos señores territoriales más relevantes de la época, el duque de Gandia y el conde de Oliva. Si tenemos presente que el sistema de distribución proporcional del agua es originario del mundo musulmán y se mantuvo después de la ocupación catalano-aragonesa, consideramos que este partidor ya debía de existir antes de la conquista a mediados de siglo XIII.

LA CASA CLARA

El partidor de la Casa Clara es, después de la Casa Fosca, el segundo gran partidor de la red histórica de regadío y, como aquel, es elemento clave por la funcionalidad del sistema, porque es en los partidores donde se verifica la correcta división del agua disponible. Es por eso que mantienen una estructura hermética y cerrada, para garantizar su funcionamiento, y al cual solo tiene acceso la persona responsable y encargada del sistema. La Casa Clara es una construcción de planta rectangular con elevados muros de mazonería que cierran el diáfano espacio interior sin cubierta. A un extremo se sitúa la entrada de aguas en el partidor desde la acequia Común de Gandia y Oliva, mediante aperturas adosadas con grandes sillares de piedra, que antiguamente estaban cerradas con potentes rejas de hierro.

Una vez dentro, el agua se ensancha para llegar suavemente hasta el gran banco de piedra asentado en el piso del partidor, que la dividirá mediante 25 puertas o huecos, antes de que vuelva a salir del partidor por dos aberturas adinteladas situadas en la base del muro, una para la acequia Comuna de Oliva, por donde saldrá el agua de 15 puertas y la otra para la acequia Comuna de Gandia, por donde saldrá el agua de las 10 restantes. Justo a la altura del banco, en el muro lateral se sitúa la única y potente puerta de acceso.

Documentalmente sabemos que su arquitectura se ha mantenido prácticamente inalterable hasta nuestros días, tal y como aparece en las capitulaciones para su construcción fechadas el 12 de julio de 1509 y confirmadas en la Concordia de 1511. Según esta documentación, el partidor tenía “tres portes granseguals e una porta chica”, de las que dos eran para la acequia de Oliva y el resto para la de Gandia; acordándose en este momento que el partidor, que ya existía, “siafet de nou en lo lochmateixhon huy està…”, y además “..siafet un banchegual de pedra en lo qual sien fetesvinticinc portes eguals..”. La Concordia asigna que de las veinticinco puertas del nuevo banco de piedra, 15 sean para la acequia de Oliva y 10 para la de Gandia.

EL CANO O SOTAIA

El partidor del Cano o de Sotaia se encuentra en el término de Potries, en la partida delaMitjanaal nordeste del municipio. Citado también en el documento de 1511, donde aparece con el nombre de “partidor del Ferrús”. Este partidor de menores dimensiones que los anteriores estuvo reconstruido a mediados del siglo XIX, concretamente en 1849 cómo aparece en una inscripción, y divide intermediando también un banco de piedra en diez puertas las aguas de la acequia común de Oliva en las acequias de Sotaia, Miramar y Oliva. Por la de Oliva saldrán 7 de las diez puertas del partidor, y distribuirá las aguas por los términos municipales de Rafelcofer, l’Alqueria de la Comtessa, Piles y Oliva. A la acequia de Miramar se le asignan dos puertas para regar Palmera, Miramar, Rafelcofer, parte de Bellreguard y Beniarjó. Y la puerta restante para la acequia que riega las tierras de Sotaia.

El partidor propiamente dicho es una construcción de planta rectangular y cubierta con vuelta rebajada, construido con mazonería careada y mortero de cal. Presenta dinteles en las entradas y salidas del agua así como rejas, y una pequeña puerta en la cara suroeste. El partidor posee anotado en una de sus piedras la fecha de 1849 en la cual probablemente sufrió alguna reforma.

ACEQUIAS

ACEQUIA REAL

La acequia Real serpentea unos dos kilómetros, bordeando encantadores parajes del margen derecho del río Serpis, exactamente desde su origen en el azud d’EnCarròs, en el término municipal de Villalonga, hasta el partidor de aguas de la Casa Fosca, ya en término municipal de Potries. Casi todo el tramo de esta acequia en el término municipal de Potries está por debajo de la rasante, por lo cual antiguamente el cajero nos aparecería excavado en el terreno, con las motas  flanqueadas de vegetación, generalmente cañaverales, y seguramente algún que otro muro de mazonería en puntos determinados de la acequia. Hoy el cajero de la acequia presenta una sección en forma de U, con los muros laterales construidos con una mezcla de mortero de cal con abundantes grabas y piedrecitas de río de pequeño y mediano calibre. Se construyeron en los años 50 y 60 del siglo XX mediante un encofrado de madera que se remachó con el material antes descrito, luciéndose después con una argamasa de cemento hidráulico. El piso de la acequia presenta las mismas características. Esta acequia está totalmente cubierta con losas de fibrocemento desde el azud hasta la parcela 230 del polígono I de Potries donde se ha situado la toma de agua de la acequia para el riego localizado de goteo del margen derecho del río de Alcoy. Desde la referida parcela hasta el partidor de la Casa Fosca la acequia continúa descubierta.

ACEQUIA DEL REBOLLET

La acequia del Rebollet serpentea de oeste a este, unos cuatro kilómetros, desde su origen en la Casa Fosca hasta el municipio de Oliva, pasando por los cascos urbanos de Potries, la Font d’enCarròsy la misma Oliva. Dentro de nuestro término municipal tenemos que distinguir varios tramos, el primero descubierto inmediato al partidor, el segundo a su paso por el casco urbano y el tercero desde el pueblo hasta llegar al barranco de Beniteixir  que separa el término de Potries del de la Font d’enCarròs.

ACEQUIA COMUNA DE OLIVA I GANDIA

La acequia Comuna de Oliva y Gandia sale del partidor de la Casa Fosca trayendo un abundante caudal de agua, hecho que, seguramente desde sus orígenes, propiciaría su aprovechamiento como energía hidráulica con la instalación de un caserón molinero. Todavía se puede visualizar dentro del recinto industrial de la Electroquímica del Serpis el viejo muro de mazonería del salto de agua del antiguo molino, que curiosamente era un jaraíz en rampa, con dos ruedas para dos muelas.

ACEQUIA COMUNA DE OLIVA

La acequia Comuna de Oliva sale desde el partidor de la Casa Clara hacia levante para buscar las tierras de la Font d’enCarròsy Rafelcofer. Dentro de nuestro término municipal tenemos que distinguir varios tramos todos ellos descubiertos; el primero es el inmediato al partidor hasta el actual trazado de la carretera VP1012, el segundo desde la carretera hasta el molinoCanyar, y el tercero desde la salida de aguas del referido molino pasando por el tercero partidor denominado de Cano hasta llegar al molinoAnouers, justo antes del término de la Fontd’enCarròs. Dos muros flanquean la sección o cajero de la acequia, por donde discurre el agua. Su fábrica es básicamente de cemento encofrado, aunque en algunos tramos se conservan viejos muros de mazonería por debajo de los encofrados de cemento.

NIVELADORES, NORIAS, LAVADORES I GALLIPUENTES

NIVELADORES

El nivelador es un elemento que permite calcular el caudal de agua en un punto determinado de la acequia. Los podemos encontrar a lo largo de la red, siempre aguas abajo de los partidores del sistema. Un abombamiento practicado en las caras interiores de los muros de la acequia produce la estrangulación del cajero, reduciendo considerablemente su sección, que junto al desnivel creado en el suelo de la acequia, consigue elevar el caudal en la parte superior donde se sitúa una escala métrica que permite la lectura del aforo del agua disponible. Es un elemento del sistema relativamente contemporáneo, dado que antiguamente era la vara valenciana la unidad de medida utilizada, mientras que el sistema métrico decimal se adoptó mundialmente en el siglo XIX.

NORIAS

La noria está ubicada cerca del partidor de la Casa Fosca, antes de la acequia del Rebollet. La situación de esta noria evidencia la imposibilidad de regar los campos situados antes o enlas cercanías de las primeras acequias de derivación del río, haciendo necesario otro sistema para la obtención de agua. De hecho, la proliferación en el siglo XX de pozos a motor para la extracción de agua subterránea ha provocado la sustitución de una buena parte del paisaje de secano de nuestros términos municipales y dónde antes abundaban los olivos, los almendros o los algarrobos, predominan ahora los campos de regadío con naranjos. Este elemento aprovecha la tracción animal para poner en marcha un mecanismo que permite elevar el agua a la superficie desde el subsuelo, mediante un pozo excavado.

LAVADORES

Los lavadores públicos aparecen en la segunda mitad del siglo XIX. En el caso de Potries también encontramos un número considerable de lavadores privados en las casas situadas junto a la Acequia del Rebollet, a su paso por el pueblo. Un conjunto arquitectónico y etnológico de nuestro paisaje urbano, típico y definidor del uso del agua en los últimos siglos. Hasta la década de los años 60 del siglo XX,  en Potrieshabía cuatro lavadores públicos, de los cuales se conservan dos, uno en la calle CortsValencianes y el otro en la parte trasera de la Iglesia. Todos ellos aprovechaban el curso del agua conducida por la acequia del Rebollet. Las losas de piedra para lavar la ropa o la vajilla se situaban inclinadas hacia el interior, coronando uno de los muros de la acequia.

GALLIPUENTES

El gallipuente del Ferrocarril de Alcoi. Este elemento se encuentra ubicado al sur del término municipal de Potries, en la partida de la Campina, junto con las instalaciones del Molí Canyar. Este gallipuente se construyó a finales del siglo XIX, para que los trabajadores y el resto de personas del ferrocarril Alcoy-Gandia cruzaran sin problemas la acequia comuna de Oliva.

Después de la desaparición del ferrocarril, el puente sobre la acequia perdió su gran funcionalidad. Está realizado de ladrillocara vista, con un pequeño arco y dos contrafuertes. El estado de conservación es hoy óptimo, sin presentar graves deterioros.

El gallipuente del Camino Real. Justo por delante de la fachada principal del MolíCanyarpasaba la antigua carretera construida con adoquines en los años 20 del siglo pasado, durante la dictadura de Primo de Rivera, y es donde se localiza todavía un puente sobre la acequia que sale del molino. La acequia en este punto se encuentra a una cota por debajo del nivel de la calle, y dónde, hasta no hace demasiados años, había un frondoso cañaveral que debió de ser la causa, junto con el traspaso de la propiedad del molino por parte de la familia Aynat, de su nueva denominación como Molí Canyar.

Alfareria de Àngel Domínguez:

La alfarería de Ángel Domínguez es el último testigo de la actividad alfarera desarrollada en Potries durante siglos, actividad que describe la manera de vivir y trabajar de nuestros antepasados, así como su legado cultural. Esta tradición milenaria y esta forma de vivir pone punto y final con la muerte de Ángel Domínguez el 1983, el último alfarero en activo en la población.

Fachada del Museo-Cassoleria de Ángel Domínguez

Se sitúa en un sector del núcleo urbano donde se localizaban varias alfarerías, hasta un total de cinco documentadas a principios del siglo XX, que igual que el sector situado en la antigua calle Alfarería, significaban los límites externos del antiguo casco urbano consolidado, dado el carácter contaminante de esta industria.

El edificio, construido a finales del siglo XVIII, es una casa de dos plantas con dos cuerpos y patio interpuesto. Esta esconde bajo la apariencia de una casa de pueblo tradicional, un gran taller y horno de alfarería.

La entrada a la vivienda presenta el aspecto de cualquier casa rural de la época, con un aposento central con habitaciones a los dos lados. En la primera crujía se situaban los dormitorios.

Continuando adelante, en la segunda crujía encontramos el centro neurálgico de la vida familiar que nos permite rememorar como era la vida tradicional alrededor de una mesa y el fuego, donde las tradiciones orales se transmitían de generación en generación.

 

El espacio doméstico, la cocina-comedor-salón.

Ocupa la totalidad de la segunda crujía, y dispone de los elementos inmuebles originales de la casa, como la chimenea, la cocina, los armarios de la despensa o la cantarera, que junto a los muebles, herramientas y objetos nos ha permitido recrear el ambiente del lugar más vital de la casa, que tenía la función tanto de cocina como de comedor y salón. Aquí se desarrollan actividades como cocinar, comer, educar, conversar y jugar.

En la tercera crujía encontramos el taller, donde se reúnen un conjunto de aparatos y herramientas propios del proceso de producción como el banco y el torno de pie, el banco del torno eléctrico, el motor eléctrico y las transmisiones, o el molino del barniz. También encontramos en la parte izquierda de la crujía el ingreso a una pequeña sala llamada depósito del barro, donde se almacenaban las placas del barro decantado en las balsas.

El espacio del artesano. El torno de pie.

Más adelante al atravesar la zona del taller salimos a un patio donde encontramos las balsas de decantación y el horno, situado al fondo del patio. Las balsas de decantación son dos, una, la más alta, es más pequeña y es donde se mezcla la tierra con el agua para obtener el barro, y la otra más grande y más baja donde llega el barro mezclado y filtrado para posteriormente decantarlo y obtener la materia prima para el taller.

Imagen de las balsas de decantación del barro.

A continuación encontramos el horno donde se cuecen los cántaros, cazuelas, huchas y otras piezas de barro. Un elemento fundamental en la industria alfarera. Está situado al fondo del patio, es de tiro vertical, también denominado “moruno”. Está construido con ladrillo macizo, dispone un grueso muro de mazonería y mortero de cal en la parte frontal, y dos partes, claramente diferenciadas, comunicadas al exterior por una escalera.

La cámara del fuego, situada en la parte inferior, es un espacio rectangular cubierto con una vuelta de cañón perforada, y con una pequeña apertura en el extremo para introducir la leña y encender el fuego. Por encima se sitúa la cámara de cocción, espacio más pequeño, circular y cubierto con una cúpula también perforada dónde, a través de una apertura, se depositaba la obra de barro para la cocción.

En la imagen observamos el horno del alfarero.

La planta superior del edificio es una cámara diáfana, elevada mediante pilares y arcos ciegos, sin separaciones internas y con una cubierta altísima a dos aguas. El último alfarero, Ángel Domínguez, elevó el techo un plano más arriba con la intención de crear un espacio donde sus hijos pudieran vivir en un futuro, pero al darse cuenta que sus hijos no continuarían eloficio de la alfarería, no continuó con las obras, aunque se puede apreciar perfectamente la elevación del techo con la creación de una buhardilla que no fue acabada más arriba. Actualmente alberga la sala de exposición con toda la colección alfarera de la historia de nuestro municipio.

Exposición museográfica en la cámara superior del edificio.

Yacimientos Arqueológicos

ENEOLÍTICO – EDAD DEL BRONCE

El término de Potries presenta vestigios arqueológicos que dan testigo de la presencia de comunidades humanas, al menos desde la edad del Bronce. Es muy probable que los orígenes de la cerámica en Potries se remonten al Neolítico, hecho confirmado por la existencia de un yacimiento arqueológico de esta época en la montaña de los “Penyascos” y de una necrópolis asociada, situada cerca del río Serpis. La primera referencia escrita de este yacimiento la hace el vecino de Potries, médico rural y arqueólogo aficcionado, Simeó Peiró Frasquet. A mediados del siglo XX informa de un primer yacimiento en la partida Casa Fosca-Horteta asociado a los ritos funerarios del neolítico, es decir, nos documenta una necrópolis o cementerio con una cronología de entre 2.500 y 1.500 años antes de Cristo, con tumbas tipo túmulo, restos óseos humanos y materiales líticos, destacando tres hachas de piedra pulida. Igualmente, en este mismo yacimiento de la necrópolis, sitúa la aparición de varios fragmentos de un mismo objeto de cerámica negra con una decoración incisa representando motivos geométricos, bandas, triángulos. También recogió una pequeña pulsera hecha con conchas, aparecida en la Casa Fosca junto con fragmentos de cerámica lisa.

Teniendo en cuenta el emplazamiento geográfico, las estructuras comentadas y los restos materiales, al parecer estamos ante un poblado de la edad del Bronce Valenciano con una cronología entre el tercero y el segundo milenio antes de Cristo, el cual se extendía desde la cumbre del cerro de los Penyascos, y seguramente también del cerro de la Marta. A continuación hace referencia a un hallazgo fortuito en la montaña de los Penyascos, que pensamos está cultural y cronológicamente relacionada directamente con la necrópolis del plano. Se trata de un fondo de cabaña donde aparecieron junto los restos de un muro de piedra, unas mazas de piedra pulida y otros utensilios igualmente de piedra, pero también dos boles de cerámica hecha a mano sin cocer, junto con diferentes restos de cerámica, con los cuales reconstruyeron una vasija lisa sin decoración, de 40 cm. de diámetro y 22 de profundidad, que disponía de dos asas a cada lado, una situada en horizontal y la otra en vertical. Continuando por las vertientes de los cerros, hacia la llanura, antes de la orilla del río, encontramos el lugar utilizado, como hemos visto, para el enterramiento de los miembros de la comunidad. Puede ser que algún miembro de estos primeros grupos asentados en nuestro territorio durante el tercer milenio antes de Cristo, cultivara las terrazas naturales que se extienden desde los cerros hacia la llanura y el río; seguramente cazara, pescara o llevara a pastar su rebaño por el salvaje territorio circundante; pero también, debió de aprovechar las buenas tierras y el agua que tenía a su alcance para fabricar objetos cerámicos, formando parte de su bagaje cultural desde hacía tiempo. Es por eso que los consideramos los primeros alfareros de Potries.

Restos Arqueológicos de la “Campina-Catorcena”

El yacimiento de la Campina-Catorcena documenta la intensa romanización de los espacios rurales mediterráneos en el siglo I d.C. Unas magníficas condiciones geográficas, de fértiles llanuras y aguas, junto a unas condiciones climáticas favorables, facilitaron el asentamiento de numerosas villas agropecuarias en la Safor.

Aunque hoy muy arrasada, la villa de la Campina-Catorcena supone un espacio edificado noble como residencia del propietario, junto a varias dependencias y anexos, como las casas de los sirvientes, los almacenes, corrales; pero, sobre todo, la alfarería, de la cual quedan restos evidentes a la partida de la Campina-Catorcena.

Esta se sitúa en la orilla derecha del río Alcoi o Serpis, donde los depósitos de las terrazas fluviales son arcillas rojas de calidad, aptas para su aprovechamiento como materia prima. Su producción más representativa fue la de ánforas destinadas al transporte y comercialización del vino y el aceite local, que a través del mar llegaban en barco hasta la península de Italia y Roma. Los tipos más frecuentes son los contenedores de vino, producto que debió de ser la base de la economía de la villa, mientras que las ánforas para el aceite están menos representadas, lo que hace suponer una producción más restringida de aceite. Además, el registro arqueológico documenta la producción de materiales de construcción: tejas, baldosas, tubos, etc. así como una amplia muestra de tipologías de cerámicas comunes. Son también abundantes los fragmentos de cerámicas importadas y de lujo, sobre todo de cerámica sigilada.

Restos Arqueológicos en el casco urbano de Potries

Hacia los siglos XV y XVI Potries estaría habitado exclusivamente por musulmanes y estructurado por un casco urbano de aproximadamente cien casas agrupadas alrededor de la actual Plaza de la Iglesia, incluidos las calles de Dalt y Boamit, delimitado al norte por el trazado de la acequia del Rebollet, al sur por la calle de Dalt, al oeste por la calle del Cup y al este por las calles Abadía Vella y Enguix. Saliendo del núcleo de casas en dirección este, hacia la Font, se situaría el cementerio musulmán ocupando el espacio de la actual plaza del País Valencià, extendiéndose hasta el barranco, que desde los Tossalets desaguaba hacia el norte. Cruzando el barranco nos encontraríamos con la “cantarería”, un espacio artesano, edificado a modo de arrabal, a extramuros del pueblo.

Descubrimientos de vertederos de restos cerámicos en la avenida de la Constitución (antigua calle Barranco), así como en la calle San Juan Bautista de Potries, testimonian la producción alfarera en Potries.

Todo esto, ha sido corroborado después de la interesantísima excavación de urgencia realizada en la calle San Salvador en el año 2000, justo el espacio que ocupaba la antigua cantarería del señor. Las fuentes documentales nos hablan de la “cantarería” que contribuía a los ingresos de la Señoría, por lo tanto era monopolio económico del señor, y estaba especializado en la fabricación de objetos cerámicos. La excavación arqueológica nos permitió documentar una parte del sector de los hornos. Estos, de planta rectangular, se situaban excavados aprovechando el desnivel de un terreno arcilloso, que quedaba endurecido por la acción del fuego, y estarían seguramente alineados por un estrecho callejón de acceso a los mismos. Disponían de dos cámaras superpuestas, la de fuego y la de cocción y, uno de ellos, aparecía totalmente lleno de materiales cerámicos. Se trata de una producción conjunta de cerámicas de fuego y mesa, con cubierta vítrea, cerámicas comunes y pintadas, además de formas de azúcar y porrones para abastecer las factorías de transformación y refinado de la caña de azúcar en la comarca. Los tipos y técnicas empleadas nos remiten a una producción consolidada y característica entre la segunda mitad del siglo XVI y la primera del siglo XVII. Con todo queremos destacar la cantidad de formas de azúcar, grandes y pequeñas, así como los porrones producidos hasta el siglo XVII en Potries que, junto a los de Oliva, constituye una singular producción alfarera en el contexto comarcal.

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